El sistema utiliza dos piezas de tecnología que trabajan juntas: un sensor óptico con algoritmos punteros de visión por ordenador y aprendizaje profundo.
La tecnología de sensores ópticos en línea es el núcleo de nuestra innovadora plataforma. Utilizamos la dispersión de la luz para realizar determinaciones rápidas e in situ de los compuestos presentes en la leche cruda. Nuestro equipo de monitorización se adapta a las líneas de ordeño existentes, lo que lo hace accesible y rentable para los productores lácteos. Nuestro sistema no requiere el uso de productos químicos, consumibles o reactivos, lo que significa que la leche utilizada para realizar las mediciones no se altera y puede devolverse a la línea de ordeño tras la medición. Esto reduce los costes operativos y el uso de productos químicos en el establo.
Reduce los tratamientos hasta en un 50 % y ahorra en costes de tratamiento y mano de obra. Los datos de los sensores y el enfoque algorítmico permiten un uso razonable de los antimicrobianos en su establo y le ahorran hasta 18,50 US$ por vaca seca.
En lugar de hacer pruebas una vez al mes, SomaDetect controla sus vacas en cada ordeño, estableciendo una línea de base y una tendencia. De ese modo, se pueden detectar las vacas con tendencia a un alto recuento de células somáticas, y se las puede tratar de manera correcta y a tiempo. La mastitis cuesta a un establo 440 US$ por vaca clínica en los 30 primeros días de lactancia.
SomaDetect está desarrollando un algoritmo para detectar cuándo una vaca o un establo de vacas tienen tendencia a la cetosis, de modo que el veterinario o el nutricionista puedan actuar adecuadamente. La cetosis clínica puede costar a la granja hasta 290 US$ por vaca.
Una predicción día 18 de vacas «abiertas» permite al productor lechero volver a poner a criar sus vacas sin necesidad de esperar la confirmación de la preñez, que puede hacer perder hasta 2 ciclos de ovulación. Cada día que una vaca permanece abierta le cuesta al productor lechero hasta 3.00 US$.
En lugar de que su veterinario tenga que examinar a cada vaca entre los 30 y 40 días posteriores a la inseminación, puede centrar su atención en las vacas que más la necesitan y reducir el estrés de las preñadas encerradas durante largos periodos de tiempo.
El momento más frecuente de pérdida embrionaria temprana se produce entre la confirmación de la preñez y el día 60 o 70 de gestación. El SomaSensor puede detectar una vaca potencialmente abierta para un nuevo control. Esto permitirá que el rebaño reduzca su promedio de días en leche y la cantidad de mano de obra que se gasta en hacer nuevos controles a todo el grupo.
Los abortos tardíos que se detectan antes del secado provocan con frecuencia un sacrificio involuntario o la comercialización temprana de las vacas. El SomaSensor puede detectar, en tiempo real, una candidata abierta para un nuevo control, permitiendo a la vaca volver a criar. Evitar los sacrificios involuntarios puede ahorrar a los gestores lecheros hasta 1,800 US$/vaca.